De pronto, el mundo real se une al imaginario a través de una maraña de circuitos. De criaturas que se trasladan en rueditas, que prenden foquitos de colores, giran, filman, emiten sonidos. Todo ante la vista maravillada de sus creadores. Ludus, el primer Club de Robótica de Tucumán, fundado por el Ministerio de Educación, comenzó a funcionar hace un mes y ya tiene más de 200 integrantes. Las edades no importan. Profesores, alumnos de distintas edades, padres y madres se mezclan con el mismo entusiasmo, impulsados por el pulso de la tecnología que los conduce a nuevos desafíos.

Entregados al acto creativo, en una de las aulas del Ciidept (el Centro de Innovación e Información para el Desarrollo Educativo, Productivo y Tecnológico, de avenida José Ingenieros 26), Lautaro Tapia y Agustín Bett, de 14 años, junto a Guillermo Costilla, de 12, intercambian sueños “roboteriles”. Agustín está decidido a construir una mascota robot, pequeña, que se controla mediante una aplicación en el teléfono celular, como la que ha visto por internet, y que se llama Cozmo. “Puede hacer de todo, desde molestar a tu perro hasta crear hologramas del personaje que vos quieras. Te despierta y te manda mensajes...”, dice.     

Lautaro propone crear “un asistente escolar”. “Así como tenemos las compus que nos entregan en la escuela y que también nos ayudan para hacer nuestra tareas, estaría bueno crear un robot personalizado que nos guíe y al mismo tiempo sea asistente. Tendría que tener ya programados los temas del año, o a lo mejor contener imágenes o videos tutoriales que cada uno debería elegir o programar de acuerdo con lo que necesitemos”, imagina. “Sería un robot con inteligencia artificial capaz de asistirme en forma automática con una palabra clave, y ya me daría toda la información. Sería pequeño y portátil. Te podrías conectar y trabajar mediante auriculares o proyectar imágenes”, piensa Lautaro. “¡Ya sé, como hologramas!” aporta Agustín.

Guillermo, aunque es el más chico de los tres, les lleva ventaja. Cuenta que mirando internet ha logrado construir un robot víbora que zigzaguea por toda su casa. “Primero hice un circuito electrónico y después el cuerpo con planchas de cartón y rueditas de fideo”, explica.

Agustín afirma que se están construyendo robots para conducir por aire, tierra o agua. Y pronostica que en cuanto se logre mejorar el uso de la inteligencia artificial se crearan humanoides que podrán interactuar con los humanos y hacer todo el trabajo más difícil de realizar para la gente.

Los objetivos

“Este es un espacio abierto a la comunidad, para todos aquellos que quieran aprender acerca de la robótica. Vienen docentes que necesitan capacitarse y también padres con sus hijos”, explica Ramiro Torres, referente provincial de la Coordinación de Educación Digital del Ministerio de Educación. Mediante encuentros semanales -los viernes por la tarde y sábados por la mañana- los miembros del club van aprendiendo a través del juego y la experimentación a diseñar y a construir dispositivos robóticos.

Todos los avances de los integrantes del club se pueden ver en la página virtual ludus.educaciondigitaltuc.gob.ar. Allí pueden encontrarse recursos educativos, tutoriales, foros, actividades en torno a la robótica, eventos y talleres.

Torres señala que el club pretende ser un nexo entre las escuelas y los actores e instituciones locales relacionadas con la robótica en Tucumán, el país y el mundo. La robótica, por su transversalidad con tecnologías como mecánica, eléctrica y electrónica, algorítmica y programación, se convierte en una actividad integradora de distintas disciplinas que marcha al ritmo del aprendizaje de las nuevas generaciones.